¿Entonces por que seguimos obstinados con hacer crecer nuestra economía en un planeta con materiales finitos? David Suzuki llama a las teorías neoclásicas de crecimiento económico como dañinas para nuestro cerebro. Es importante reconocer que la Economía no es una ciencia, la Economía es una disciplina y durante siglos ha estado desconectada de las otras ciencias naturales. Es decir, hemos tenido avances enormes en otras áreas científicas y comprendemos como funciona la Naturaleza, sin embargo no lo hemos hecho en las Ciencias Políticas y en la doctrina Económica. Este es el postulado de uno de los economistas ecológicos que más me gustan, el Dr. Peter G. Brown de la Escuela de Economía Ecológica Canadiense.
De hecho el Dr. Peter G. Brown llama a las disciplinas como las Finanzas y la Economía como Ciencias Huérfanas, ya que debido a que no tienen ningún fundamento teórico científico que las respalde, pero las seguimos asumiendo como una norma. Se necesita un verdadero esfuerzo para traer lo que nos dicen las disciplinas como la Ecología y otras Ciencias Interdisciplinarias como las Ciencias Ambientales a la Política con la finalidad de que permeen para construir un nuevo modelo económico que tome en cuenta los límites planetarios.
Todos amamos a Greta Thunberg en su discurso ante los líderes mundiales en las Naciones Unidas.
“Estamos en el comienzo de una extinción masiva y de lo que ustedes hablan es dinero, cuentos de hadas de eterno crecimiento económico, ¿Cómo se atreven?”
El Dr. Peter G. Brown (al igual que el Dr. David Suzuki) mencionan que la economía neoclásica está tan fundamentalmente desconectada del mundo real y de los límites de los planetarios que es destructiva.
Los economistas neoclásicos asumen como un dogma el crecimiento económico, y todo se suma en un gran número llamado PIB, sin importar si ese crecimiento fue causado por las ventas de armas para la guerra, la venta de cocaína ó otras drogas, o por jóvenes sin oportunidades atrapados en la cárcel.
Es por ello que con urgencia necesitamos cambiar este Viejo Paradigma Destructivo de Crecimiento Económico per se.